Artista itinerante y viajero francés, formado en el arte japonés, Paul Jacoulet (1896-1960) ha creado una obra de una sorprendente originalidad. Llegado a Japón siendo muy joven, residirá allí toda su vida para dedicarse a la pintura y luego al arte de la estampa (ukiyo-e).

A lo largo de sus viajes a través de Asia oriental y los mares del Sur, su inspiración se renueva constantemente, animada por una visión humanista sobre la diversidad de las sociedades. Este interés por las culturas locales agrega actualmente un interés histórico a su valor artístico.

Esta exposición reúne un centenar de dibujos, bocetos y estampas excepcionales provenientes de la donación otorgada al Museo  del quai Branly – Jacques Chirac por la Sra. Thérèse Inagaki, hija adoptiva del artista, y transmite una fascinación por la diversidad de los hombres y las especies naturales. El mundo, visto por Paul Jacoulet, consagra una belleza ideal y efímera, capturada en el momento por el dibujo y el color. En su obra se puede apreciar, de forma constante, la estética japonesa de la transitoriedad; una cierta poesía de la fragilidad del hombre y del mundo.

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