La exposición Queridos Cabellos propone recordar la importancia que se le da al cabello, aquí y en todo el mundo, y cómo, a través de la atención particular que se presta a los peinados, se valoriza la autoestima y la dignidad humana.

En el cruce de la antropología, la historia antigua y contemporánea de la moda y las categorías artísticas, el tema universal del cabello atraviesa culturas europeas y no europeas. Explorar sus metamorfosis revela aspectos inesperados y complejos de la ligereza y la gravedad de los hombres.

Abordando la idea de que cada persona revela su personalidad a través del peinado, se presenta en primer lugar bajo un enfoque frívolo, y luego avanza hacia la idea del material humano que se modelará o tallará; soporte a la vez de conocimientos y de la relatividad de la belleza, pero también objeto de pérdida, símbolo del paso del tiempo y la muerte.

Por su uso nostálgico, el cabello es soporte de memoria. Restos humanos o reliquias, retienen algo del aura y la energía de su dueño. Una gran parte de la exhibición está dedicada a estos "manas" que han dado a luz a muchos objetos en el mundo denominados "mágicos", o por lo menos dotados de poderes de los cuales es posible adueñarse.

De esta forma, se plantea la pregunta sobre el resto y el trofeo, y más ampliamente sobre la condición de ciertos "objetos", ubicados en las fronteras de lo horrible y de lo intolerable, cuestionando nuestras categorías a partir de una experiencia universal.

Esta exposición es presentada: